Con la llegada de la democracia se luchó para dejar atrás ese tiempo gris que vivió nuestro país por culpa de un régimen que se posicionó en contra de las libertades individuales. Se puede decir que la Semana Santa jiennense siguió dando pasos de gigante hasta obtener la semana de pasión que vivimos en la actualidad y que aún le queda mucho camino por recorrer.
Nuevas hermandades, nuevas marchas, nuevas formas de realizar catequesis públicas de fe… Todo fue transformándose en un sentimiento que lamentablemente se ha visto alterado por culpa de la pandemia.
La Cofradía de la Estrella, aunque se refunda en el año 1982, da sus primeros pasos a mediados de los años cincuenta. Al no disponer de imágenes propias en su primera etapa, tuvo que relacionarse con la Congregación de la Vera-Cruz para que se le facilitara la talla de un Cristo que tuvo que ser llevado a restaurar.
Tiempo más tarde, en Granada, se encargó la imagen de una dolorosa al escultor Domingo Sánchez Mesa. Cuando éste terminó el encargo, al devolverla a Jaén, se encuentra con una cofradía casi disuelta. De este modo se presenta en Jaén para quedarse María Santísima de la Estrella.
En su nueva etapa perteneció durante un breve periodo de tiempo a la Agrupación de Cofradías. A sus miembros, visitando el convento de las Reverendas Madres Dominicas, se les ofrece, por parte de las hermanas, una talla del Señor que había sido traído del convento de Santa María de Gracia de Córdoba.
Finalmente su sede canónica fue la de Nuestra Señora de la Merced. Aunque celebren cultos en el dominico convento de la Purísima Concepción, primeramente pasó por Cristo Rey, después por San Pedro Pascual, por San Eufrasio y por el Sagrario.
Sus primeras salidas procesionales se efectuaban desde una cochera cercana a la Plaza de San Félix. Sin embargo, ya en 1986, comenzaban su peregrinar desde la iglesia del convento para, en 1991, efectuar su salida procesional desde una casa hermandad construida en unos terrenos anexos al convento bajo los sones del himno de Andalucía.
Hasta el año 2004, Nuestro Padre Jesús de la Caridad en su Sagrada Presentación al Pueblo procesionaba en solitario. Desde ese año, se incorporó al paso las tallas de Poncio Pilato, su esposa Claudia Prócula, un sayón y un centurión, todos ellos agrupados ante el sitial del Pretorio.
A la Virgen de la Estrella se le bordan las bambalinas traseras y delanteras del paso y se concluye, en 2018, el techo de palio con el bordado interior, incorporando en él el nuevo guion corporativo en oro. En 2005 se celebró la coronación piadosa de la dolorosa, concluyendo los festejos con una procesión extraordinaria, en honor al cincuenta aniversario de la fundación de la cofradía.
Otros hitos a destacar son la creación, en 1996, de la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús de la Piedad y también la fundación del grupo joven once años más tarde.
Cuando la Hermandad de la Amargura se funda en 1984 lo hace con la intención de dar gloria a Dios en la meditación de los misterios de su Pasión, Muerte y Resurrección. En sus inicios celebraban cultos internos compuestos por el rezo del Santo Rosario y una misa de hermandad cada primer sábado de mes. Con estos actos, los miembros de la cofradía consiguieron una dolorosa propiedad de las Reverendas Madres Dominicas.
Dos años más tarde a su fundación, la cofradía se consagró en la Iglesia Parroquial de San Miguel con el posterior traslado de sus imágenes a la capilla del colegio de la Purísima Concepción de las Carmelitas. Ya en diciembre de 1989, María Santísima de la Amargura fue bendecida, y en febrero de 1997 cambia su sede canónica, primero por la parroquia de El Salvador y, posteriormente por la iglesia de la Santa Cruz.
Sus primeras salidas procesionales se realizaron desde el Colegio de Cristo Rey hasta el año 2004 en el que se traslada a su sede canónica actual una vez finalizadas las obras del templo.
Por otro lado, en el año 1998 un grupo de fieles quiso recuperar el pasaje bíblico de la última cena del Señor para nuestra Semana Santa. Así fue como nació lo que en aquella época se conoció como Grupo Cristiano de la Santa Cena. Desde el instante a su formación, se incorporó al consejo pastoral de la parroquia de San Eufrasio, trabajando constantemente en una formación ordinaria que le permitiera ser en un futuro cercano una cofradía de pasión.
Para ello, se decide que sus advocaciones titulares deberían ser las de Jesús Salvador y María Santísima de la Caridad y Consolación, proponiéndose como colores propios el marfil y el burdeos para simbolizar las especies sacramentales.
En el año 2001 se bendicen las imágenes titulares, cuya dolorosa fue guardada en una casa particular hasta que fue trasladada al convento de las Reverendas Madres Dominicas. Un año más tarde llegaría la primera imagen secundaria, San Juan, a la que después le acompañó San Andrés y San Pedro.
En 2004 la hermandad se traslada a la iglesia de San Félix de Valois, pues así lo estipulaban sus estatutos. Dos años más tarde, con la llegada del apostolado restante, realiza su primera procesión por las calles de Jaén.
Posteriormente, en el barrio del bulevar, se levanta una residencia, conocida como Residencia de mayores Caridad y Consolación, a la que se le anexa una parroquia dedicada a San Juan Pablo II. La hermandad, en diciembre de 2017, decide cambiar de sede y se bajó al templo anteriormente citado desde donde sigue realizando su catequesis pública de fe cada Domingo de Ramos.
Un Domingo de Ramos del año 2004 nació, en la parroquia de la Santa Cruz, la Hermandad Penitencial y Cofradía de Nuestro Señor Divino Redentor Jesús Cautivo en el abandono de sus discípulos, María Santísima de la Trinidad y Santa Isabel de Portugal. Cuatro años más tarde, se traslada a la vecina iglesia de Santa Isabel.
Sin embargo, no fue hasta 2015 cuando realiza su primera salida procesional desde el patio de la residencia Siloé, completando la nómina de Miércoles Santo junto con las cofradías de Buena Muerte y Amor, Perdón y Esperanza. En su segundo año ya pudo salir desde su sede canónica. Está previsto que desde 2021 su bendita madre, María Santísima de la Trinidad, acompañe a su hijo en su largo caminar.
La Hermandad de Caridad y Salud surge en el año 2008 en la parroquia de San Eufrasio. Debido a sus reducidas dimensiones, en 2011 se trasladó a la parroquia de Santa María Madre de la Iglesia. El proyecto contempla un paso de misterio conformado por siete imágenes secundarias que acompañarán al Señor. Su primera salida procesional se realizó en 2017 desde un bajo sito en la calle Venta del Cañero. Ya al año siguiente pudo salir desde su sede canónica.
La hermandad conocida cariñosamente como El Lavatorio siempre ha estado amparada por la Congregación de Religiosas Misioneras del Divino Maestro en el colegio de la comunidad, promulgando el mensaje que predicaban los fundadores de la misma, Francisco Blanco Nájera y Soledad de la Cruz.
Entre sus trabajos sociales destaca su intervención socio-educativa, de ludoteca y respiro familiar para menores de familias desfavorecidas y con riesgo de exclusión social. Desde 2017, procesiona por las calles de nuestra ciudad esperando que María Santísima del Amor pueda acompañar a su hijo cada Martes Santo.
La última agrupación que se incorporó a la nómina de cofradías de Semana Santa fue la Hermandad Penitencial del Triunfo de la Santa Cruz y Cofradía de Nazarenos de Jesús del Gran Poder en el encuentro con su Bendita Madre María Santísima del Dulce Nombre en la calle de la Amargura, Santa María Magdalena y San Juan Evangelista.
Aunque en un principio inició su camino en el barrio del Polígono del Valle, pronto cambió de sede mudándose a la parte superior de la Avenida de Andalucía, hecho que supuso un cambio profundo en la hermandad.
En la tarde-noche del jueves santo jaenero continuaremos viendo a una joven hermandad que decidió en su día representar por las calles de nuestra ciudad el encuentro entre Jesús y su bendita madre mientras el Señor cargaba esa cruz que lo llevaría al Gólgota. Su barrio, Peñamefécit, se vuelca como nadie en su día mágico con una cofradía de largo camino aun por recorrer, intentando buscar su sitio en esos minutos previos a la procesión de El Abuelo.
La Semana Santa del siglo XXI comienza el Domingo de Ramos por la mañana con el famoso Acto de la Llamá de la Hermandad de la Borriquita. Ya en sesión verpertina podemos disfrutar de la Cofradía de la Oración en el Huerto, que se desligó de la procesión del Jueves Santo incorporando posteriormente a María Santísima de los Desamparados y después de intentar, en su primer año, salir desde el colegio Miguel Castillejo del Bulevar, la hermandad de la Santa Cena y la cofradía de la Estrella.
El Lunes Santo son protagonistas las cofradías de Caridad y Salud, Amargura y Estudiantes. El Martes Santo realiza lo propio las hermandades del Silencio, Clemencia y Lavatorio, y el Miércoles Santo podemos disfrutar de Jesús Cautivo, Buena Muerte, y Amor, Perdón y Esperanza.
Los días grandes de pasión comienzan con la primitiva Congregación de la Vera-Cruz acompañada, a partir de este año, de la Cofradía de la Expiración y del Gran Poder. El cambio de jornada de esta última cofradía nos hará recuperar esa exclusiva noche que El Señor de Jaén se ha merecido tener. Gracias a ello volveremos a disfrutar de El Abuelo con su peculiar caminar, su emblemática marcha creada por Emilio Cebrián Ruiz y esos tantos elementos identificativos que posee y que nunca se ha de perder. Por la tarde es el turno de Santo Sepulcro y Santo Cristo Yacente y Soledad. El Sábado Santo, a diferencia de otras ciudades, no procesiona ninguna hermandad por nuestras calles, pero si podemos cerrar nuestra Semana Santa con la Cofradía del Resucitado en la mañana del Domingo de Pascua.
Por otro lado, existen dos grupos parroquiales, ambos fundados en 2013, llamados a ser partes integrantes de los días más importantes de nuestra semana mayor. La primera de ellas es el Grupo Parroquial de la Santa Cruz, Nuestro Padre Jesús de la Sentencia y María Santísima de la Encarnación, radicada en la parroquia de San Eufrasio, y de la que ya ha presentado en sociedad a sus imágenes titulares.
El Grupo Parroquial de Culto de la Purísima e Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María, Dulce Nombre de Jesús, San Francisco de Asís, Santísimo Cristo de las Aguas en su Sagrada Lanzada y María Santísima de los Ángeles se trasladó recientemente a la Parroquia de la Inmaculada y San Pedro Pascual junto con su imagen titular mariana. El pasado 12 de febrero el grupo parroquial presentó a su imagen titular el Santísimo Cristo de las Aguas ante una gran expectación dentro del Jaén cofrade.